Mi amiga Pepa, me pide que os informe de que el próximo sábado día 14 a la 18 horas se va a realizar la clausura del taller de literatura. Durante el acto, se leerán algunos de los relatos que se han escrito a lo largo del curso, y Pepa nos invita a todos a que acudamos al Coliseo de la Cultura que esta en la calle Príncipe de Asturias. Como he tenido la suerte de leer los relatos de Pepa, estoy convencido que el nivel de sus compañeros será tan bueno como el de ella.
Aprovecho la ocasión para publicar el último relatos que Pepa anos ha regalado a lo largo de este curso.
Querida Pepa, mil gracias por tus regalos y por darle, a este blog, el toque literario que tanta falta le hace, jejeje.
VIAJE EN AUTOBÚS
Mª José López de Haro Requena
María cerró el libro y subió al autobús; menos mal, que el conductor me ha avisado, pensó, estaba tan absorta leyendo que no me había dado cuenta de que llegaba y con un autobús cada hora perderlo seria un autentico desastre, estaba tan intrigada por saber quien era el asesino que no me enteraba de nada. Ahora seguiré leyendo, el viaje es largo y me dará tiempo a terminar.
Pico el bonobús y se adentró por el pasillo buscando asiento, no tuvo que andar mucho encontró sitio en la filas de en medio.
Ahora a enterarme de quién es el asesino. Se sentó y abrió el libro dispuesta a cumplir su deseo pero pronto sus planes se vieron truncados; se había sentado al lado de una quinceañera que en ese momento sacaba su teléfono móvil y aquí comenzó su pesadilla. Ella empezó a leer y su vecina a hablar:
-” Hola, guapa, soy yo, tía, anoche qué pasada, tía, me lo pase a tope, tía, tía, qué bueno está Pablo, tía, la verdad es que tiene un polvazo ,tía, la tonta de Laura, tía, se lo quería ligar, tía, pero con lo sosa que es no tiene nada qué hacer, tía.
- Bueno, tía, (ya va a colgar pensó María, ahora podré leer, no sabía lo equivocada que estaba) la verdad , día, seguía su vecina, es que e´ta como un queso, tía, y tiene un cuerpo10, tía, qué músculos, tía, debe de estar todo el día machacándose en el gimnasio, tía, fue la atracción de noche, tía, hasta el gay de Juan se lo quería ligar, tía.
- Yo estuve trabajándomelo, tía, y cuando estaba más entusiasmada, tía, y él casi a punto, tía, va la pesada de Nuria, tía, y se lo lleva a bailar, tía, y la pánfila de Marta me dice que tiene novia, tía, como si a mí eso me importara, tía. Ya sabes, eso de que la novia molesta pero no impide, tía, ay, tía, tía, yo creo que voy a perder el culo por él, tía.”
María tenia los nervios a flor de piel, no aguantaba más con tanta tía, le entraban ganas de estrangularla y además sentía vergüenza ajena, a su vecina por lo visto no le importaba que todo el autobús se enterara de la juerguecita de la noche anterior.
- “Oye, tía, te acuerdas, tía …
María, ya no podía más, pero en el momento que le iba a decir a la niña que colgara y dejara de decir sandeces llegó a su parada, qué alivio sintió en ese momento, se había quedado sin saber quién era el asesino pero dejaría de oír el soniquete. Quizás en el viaje de vuelta tendría más suerte.
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